Todo lo que tienes que saber sobre la ergonomía en el escritorio

La ergonomía es un elemento fundamental en la vida de cualquier trabajador y, lamentablemente, para muchos es una tarea pendiente. En este artículo vamos a compartirte consejos sencillos que te ayudarán a llevarlo a cabo.

Cuando hablamos de ergonomia en el escritorio hacemos referencia a la necesidad de trabajar cómodo, así como de respetar y cuidar tu salud. Además, no es un término que se centre únicamente en el trabajo, también es válido para hablar de cualquier tarea u ocio que realices frente a una pantalla.

El escritorio

Una de las características que suele pasar desapercibida del escritorio es la importancia del ancho. Que sea una mesa ancha permite que el monitor pueda colocarse alejado y que haya más distancia con los ojos.

Puedes optar por escritorios ergonómicos estáticos o elevables. Por ejemplo, el escritorio Eleva puedes elevarlo hasta la altura que necesites para seguir trabajando mientras estiras tus piernas, o puedes bajarlo a 120 cm y trabajar sentado. Se sube y se baja con un motor, por lo que es cuestión de segundos que alcance la medida deseada.

Otra ventaja que aporta este tipo de escritorios es que, cuando uno se mueve durante su jornada, no solo el cuerpo se resiente menos si no que también mejora el nivel de concentración y la actividad cognitiva. Es como si uno pudiera disfrutar de una nueva perspectiva.

Y, de nuevo, otra ventaja que aporta esta mesa es que te ayuda a mejorar tu salud a través de la prevención. Estar mucho tiempo sentado puede favorecer la aparición de enfermedades cardiovasculares (presión arterial, colesterol, resistencia a la insulina), trastornos musculoesqueléticos (lesiones en tejidos y huesos) y problemas de salud mental.

Distancia correcta del monitor

Tal y como señalábamos hace un momento, es fundamental escoger un escritorio ancho que permita colocar el monitor a una distancia correcta y saludable. Para que te hagas una idea, debes de poder cumplir estos puntos:

  • La altura superior del monitor debe estar a la altura de tus ojos. De esta forma, si quieres mirar fuera de la misma, solo tendrás que mover tus ojos y no el cuello.
  • Los brazos deben estar en ángulo recto con la mesa.
  • Y, como punto final, la distancia idónea es aquella en la que si estiras tu brazo y la mano, el monitor tiene que estar rozando la yema de tus dedos.

Invierte en una silla

Tan importante es hacer una buena inversión en un escritorio ergonómico como en una silla ergonómica, ambos son elementos clave.

La silla debe permitir que apoyes toda la espalda y que ésta esté recta, como si estuvieses a 90º. Fíjate en la zona lumbar, que suele ser una de las que más sufre. Si tiene un cojín regulable es una ventaja interesante.

Además, un tema que enlaza con el monitor, para saber si estás en la postura correcta tu barbilla ha de estar mirando hacia adelante cuando mires la pantalla, si está hacia abajo o hacia arriba, tu cuello no está recto. Verás que muchas sillas vienen con un reposacabezas regulable para apoyar el cuello, valora si te es cómodo.

La altura de la silla también ha de permitirte que tus hombros y brazos mantengan un ángulo de 90º, de forma que puedan estar siempre apoyados. Lo ideal es que escojas una silla que te permita regularlos a tu cuerpo, así se adaptará totalmente a tus necesidades.

Lo ideal es que si tus piernas quedan colgando o suelen dolerte, optes por un reposapiés para que descansen. Se recomienda que evites cruzarlas para que no te duelan las rodillas.

Fluye

Todo lo anterior es importante pero también el que puedas brindarte pequeños descansos para poder estirar tu cuerpo. Por ello, lo ideal es optar por un escritorio elevable que te permite continuar con tu tarea y descansar el cuerpo. Si no optas por algo así, ponte recordatorios para moverte, levantarte y no quedarte en una postura fija demasiado tiempo.

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