Por qué entra frío por la puerta del balcón y cuándo compensa cambiarla

 

Cuando llega el frío, muchas veces notamos que el salón o el dormitorio se enfría mucho antes de lo normal… y el culpable suele estar bastante claro: la puerta de balcón de madera. Por muy bonita que sea, si tiene años a sus espaldas o no ajusta bien, puede convertirse en una auténtica autopista de corrientes de aire.

La buena noticia es que no siempre hace falta meterse en obras ni cambiar toda la puerta para mejorar la situación. Antes de tomar decisiones caras, compensa entender qué está pasando exactamente y hasta dónde puedes mejorar el aislamiento con ajustes sencillos y económicos.

En este artículo vamos a ver por qué entra tanto frío por una puerta de balcón de madera, cómo revisar su estado con un “ojo crítico” y, en función de lo que encuentres, valorar si merece la pena seguir invirtiendo en pequeños arreglos… o si ha llegado el momento de plantearse una puerta balconera nueva, mejor preparada para el invierno.

¿Por qué entra tanto frío por la puerta de balcón de madera?

Aunque desde dentro te parezca que la puerta está “bien”, en la práctica una balconera de madera tiene varios puntos débiles por los que el aire exterior puede colarse sin piedad. Entender estos puntos te ayuda a localizar el problema y a evitar gastar dinero donde no toca.

Puntos débiles típicos de una balconera de madera

El primer foco de atención son siempre las juntas entre la hoja y el marco. Con el uso, los cambios de temperatura y la propia naturaleza de la madera, pueden aparecer pequeñas holguras que no se ven a simple vista, pero que sí dejan pasar el aire. Un cierre que antes ajustaba perfecto, ahora puede quedar ligeramente separado, aunque tú sigas notando que “cierra bien”.

Otro punto muy habitual es el encuentro del marco con la pared. Si la puerta tiene años, es posible que el yeso o el revestimiento se haya ido desprendiendo ligeramente, dejando microgrietas alrededor del marco. A simple vista pueden parecer detalles estéticos, pero sumados a todo el perímetro se traducen en una pérdida de calor importante.

La zona inferior o umbral también merece una revisión cuidadosa. Aquí es donde más sufre la puerta: golpes con el calzado, fregona, entrada de agua en días de lluvia… Si hay desniveles en el suelo, la puerta se ha hinchado por la parte de abajo o el burlete original ha desaparecido, el aire encontrará un hueco claro para colarse.

Por último, si tu balcón incluye cajón de persiana o laterales mal rematados, pueden existir huecos en esa zona que conecten prácticamente con el exterior. A veces el problema no está exactamente en la hoja de la puerta, sino en todo el conjunto de elementos que rodean el hueco.

¿Cuándo compensa cambiar la puerta de balcón de madera?

Llegados a este punto, ya tienes bastante información: sabes por dónde entra el frío y conoces el estado real de la madera, del marco y del sistema de cierre. La pregunta lógica es: ¿sigo invirtiendo en pequeños arreglos o ya es el momento de cambiar de puerta?

Señales de que la puerta ha llegado a su límite

Hay varias señales que indican que una puerta de balcón de madera, por mucho cariño que le tengas, ha hecho ya su trabajo:

  • Cuando la hoja está muy deformada y, por mucho que ajustes herrajes, sigue sin apoyar bien en todo el perímetro. Siempre queda una esquina o un lateral donde se cuela el aire.
  • Cuando el marco presenta huecos importantes con la pared, hasta el punto de que sellar una zona destapa otra, o necesitas capas y capas de masilla para taparlo todo. Eso suele indicar que la instalación original ha cedido demasiado.
  • Cuando, incluso después de hacer pequeños arreglos y aplicar soluciones sencillas, sigues notando corrientes de aire muy claras y sensación de frío al acercarte a la puerta.

En esos casos, seguir acumulando parches puede salir caro a medio plazo: más productos, más tiempo invertido y la sensación constante de que nunca termina de funcionar. Además, el gasto en calefacción se dispara porque estás calentando una estancia que pierde calor por un punto muy débil.

Alternativas si decides renovar

Si tras revisar todo lo anterior concluyes que la puerta actual no da más de sí, puede ser el momento de pensar en una nueva puerta balconera de madera con mejores prestaciones de aislamiento.

Hoy en día existen modelos de madera diseñados específicamente para mejorar el comportamiento térmico: mejores ajustes entre hoja y marco, sistemas de cierre más precisos y soluciones pensadas para minimizar las filtraciones de aire. Todo ello sin renunciar a la estética cálida y natural que aporta la madera en una vivienda.

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