Intentas dormir pero te resulta imposible. Cada cinco segundos, una gota del grifo del baño cae en el lavabo y es como un martillo golpeando tu cabeza, a razón de 12 martillazos por minuto. Por suerte, todo tiene solución y, en este caso, es posible que no te cueste demasiado dinero. Tan sólo tienes que saber cómo arreglar un grifo que gotea tú mismo
Cómo arreglar un grifo que gotea tú mismo – Fácil
Más allá de la broma de no poder dormir, tener un grifo que gotea supone un gasto y una preocupación porque, de no solucionarlo, el asunto sólo puede ir a más. En este caso, tienes dos soluciones sencillas. La primera, llamar a un fontanero, pagarle lo que te pida y a correr. La segunda, arreglarlo por tu cuenta. Y si no sabes, te vamos a contar cómo arreglar un grifo que gotea tú mismo paso a paso fácilmente.
Eso sí, antes de entrar en materia, conviene dejar claro que un grifo que gotea es algo común y no es que el universo conspire contra ti. Piensa que el grifo tiene un flujo constante de agua, por lo que los problemas son algo lógico con el paso del tiempo. De hecho, el que menos problemas te va a dar es un simple goteo. Tan sencillo que podrás repararlo por tu cuenta en la mayoría de ocasiones.
Y si piensas que unas gotas no son demasiado, ten en cuenta que esas gotas acabarán por estropear del todo el grifo, lo que puede derivar en una rotura total y, en ese caso sí, te va a pillar fuera de casa. Seguro. Dicho lo cual, vamos a ver cómo arreglar un grifo que gotea tú mismo
Cómo arreglar un grifo que gotea paso a paso
En este caso, no vamos a distinguir dónde está situado el grifo, aunque sí te mostraremos los tipos de grifos que puedes encontrar. Sea como sea, así es cómo arreglar un grifo que gotea tú mismo
- Cierra la llave de paso – Al igual que pasa con la luz, antes de empezar a trabajar debes cerrar la llave de paso del agua. De no hacerlo, lo más probable es que el agua salga a lo loco en cuanto quites el grifo. Para cerrarla, ve a las tuberías y encuentra una llave de paso que tendrás que girar hasta dejarla en perpendicular a la tubería. Antes de empezar, abre el grifo para asegurarte que no hay agua.
- Retira el grifo – Para comenzar la reparación, debemos desmontar el grifo y lo primero es quitar el embellecedor con la herramienta necesaria (destornillador, llave inglesa…). El siguiente paso es quitar el cuerpo del grifo donde vamos a usar una llave inglesa o allen, depende del tipo de grifo. Recomendamos ir haciendo fotos al proceso para que luego sepas dónde va cada cosa y aciertes a montarlo de nuevo.
- Zapata – Si el grifo es tipo monoblock, en su interior vas a ver una junta de caucho que seguramente sea la razón del problema. Basta con cambiar la zapata, en muchos casos, para que deje de gotear.
- Cartucho – Si es un grifo monomando, tendrás que poner un cartucho nuevo completo pero siempre será más barato que llamar a un fontanero que te lo ponga.
- Localiza el problema – Como hemos comentado, el problema suele estar en las juntas planas, las gomas redondas de caucho que se colocan entre los elementos del grifo. Tanto estas juntas como la zapata, son los problemas habituales pero eso no quiere decir que el problema sea siempre el mismo.
- Junta – Por un lado, si la junta está rota o rajada, tocará comprar y poner otra. También se puede dar el caso que esté sucia y, en determinados casos, basta con lavarla bien, aunque es recomendable cambiarla, ya que tienes el grifo desmontado. Por último, es posible que la junta esté dada de sí, por lo que también tocará cambiarla.
- Monta el grifo – Con el agua aún cortada y la junta cambiada, toca volver a montar el grifo. En este caso, sigue los mismos pasos que para desmontarlo, pero a la inversa. Es decir, primero el cuerpo del grifo y luego el embellecedor. Aquí es donde te serán muy útiles las fotos que hiciste al principio. De nada.
- Prueba – Cuando creas que todo está listo, toca probar si todo ha ido bien. Abre la llave de paso y abre el grifo lentamente para que el agua vaya saliendo poco a poco y, en caso de no estar bien puesto, no inunde tu casa. Si todo ha salido bien, palmadita en la espalda y satisfacción por el trabajo bien hecho.
Obviamente, es posible que la reparación no salga bien y que el agua salte más que antes. En tal caso, toca llamar al fontanero y que ponga solución profesional al asunto. No obstante, no ha salido a la primera pero puede que salga a la próxima. De momento, tú ya sabes cómo arreglar un grifo que gotea tú mismo
¿Qué tipos de grifos hay?
Como te hemos comentado antes, te vamos a mostrar los tipos de grifos que existen para que sepas a qué atenerte cuando vayas a arreglar un grifo que gotea
- Individual – Son grifos antiguos, con un solo mando y con una sola opción para el agua, o fría o caliente. Cada vez se usan menos pero se pueden encontrar, por ejemplo, en locales de restauración, en fuentes o en gimnasios.
- Monomando – Es el grifo más común en la actualidad. El grifo con un solo mando pero que al girar a izquierda o derecha, selecciona el agua fría o caliente y hacia arriba o abajo regula la cantidad de agua que sale.
- Monoblock – Son los grifos que cuentan con dos mandos, uno para agua fría (azul) y otro para agua caliente (rojo). Es el grifo que más agua gasta, pues mucha cantidad se va intentando calibrar una temperatura adecuada a nuestros gustos.
- Mezclador termostático – Son los grifos más actuales y suelen tener dos mandos. El primero, regula la temperatura del agua con los grados concretos que queremos. El segundo mando es el que controla el caudal de agua que sale.