El microcemento se ha convertido en uno de los revestimientos más utilizado en los últimos años y es que, si estás pensando en hacer una obra en casa para cambiar el suelo, las paredes o el techo, con este material podrás hacer la reforma pero sin hacer obra. Tal cual. Ahora te lo contamos con detalle.
¿Qué es el microcemento?
El microcemento es un revestimiento decorativo, es decir, que se aplica sobre otro tipo de superficies. Otra de las características que lo definen es que se trata de un material continuo, es decir, que se aplica de manera continua, homogénea y no va a dejar a la vista ni juntas ni nada por el estilo. A su vez, también es de fino espesor, lo que quiere decir que es un revestimiento que como mucho aumentará entre 2 y 3 mm la altura del suelo o el grosor de la pared, lo que no debería de repercutir en el mobiliario existente.
Sin obras
Una de las razones por las que este material se ha puesto tan de moda es que no vas a tener que hacer obras. Cuando decíamos anteriormente que se aplica “sobre” todo otras superficies queríamos decir que no hay que levantar el suelo ni, por ejemplo, quitar el gotelé de las paredes. Este revestimiento se aplica encima de ellos, así que te evitas unos cuantos días de obras, de gente por casa, de limpieza infinita con el polvo que se levanta, y lo único que hay que hacer es aplicarlo por encima de forma uniforme y homogénea.
Sobre múltiples superficies
Siguiendo en la línea de lo citado anteriormente, este material se aplica sobre múltiples tipos de materiales como cerámicos, de mármol, hormigón, cemento, yeso, azulejos, gres o terrazo. ¿Por qué? Una de sus propiedades es que ofrece una gran adherencia y esto permite su aplicación sobre múltiples superficies.
Un acabado de lujo
Sin duda, el microcemento aporta múltiples ventajas decorativas a la estancia sobre la que lo apliques. Por su tipo de aplicación genera una sensación de continuidad y amplitud de lo más interesante en cualquier estancia, ya sea en una vivienda como en una oficina o en un edificio dedicado a hostelería. Si optáis por un color claro, además de las ventajas citadas, se suma también la potenciación de la luminosidad en dicho espacio, lo que puede cambiar por completo su imagen y las sensaciones que provoca nada más entrar.
El resultado es un acabado más elegante, una sensación de estar en una estancia de lujo. Y ni qué decir cuando se combinan distintos tipos de microcemento, puede ser de lo más interesante si haces una buena elección de colores y texturas.
Apto para el interior y el exterior
Además de las zonas de interior que os hemos indicado antes, el microcemento también se puede aplicar en el exterior de la casa o del edificio. Es resistente a la abrasión y al desgaste, a las altas temperaturas y es flexible. Estas cualidades lo hacen idóneo para aplicarlo en zonas de mucho tránsito, como puede ser el garaje.
A su vez, podéis encontrar productos que se añaden al microcemento para conseguir que sea antideslizante e impermeable, lo que lo convertirá en una opción maravillosa para las zonas próximas a la piscina, o espacios de interior, como el baño donde puede aumentar mucho la humedad o la cocina, donde siempre se nos puede caer algo al suelo.
Variedad de colores
No hay que confundir el cemento con el microcemento porque no son lo mismo aunque compartan parte del nombre. En el microcemento vas a encontrar una interesante variedad de colores y tonalidades que te permitirán personalizar cada estancia, potenciar las sensaciones que quieras generar y crear un espacio único y exclusivo.