Siempre que tengas materiales para reciclar en casa, piensa en cómo podrías darle una segunda vida y une nueva oportunidad de decorar tu casa. En este caso, mira como puedes tener tus estanterías con materiales recicladas y cómo hacerlas, está es una buena idea sobre todo cuando tenemos hijos pequeños y seguramente cambiemos las estanterías a los pocos años; puedes tener tu estantería con cajas de cartón, con una guitarra que tengas rota sin reparar e incluso una puerta vieja que tenías pensado tirar a la basura.
Cómo hacer estanterías con materiales reciclados
No hace falta irse de compras a ninguna tienda para conseguir bonitos detalles que den encanto a nuestro hogar. Actualmente está de moda reciclar y reutilizar tanto lo que adquirimos como viejos artículos que tenemos por casa. Las estanterías, siempre presentes en nuestras casas, no sólo contribuyen a dar una sensación de orden, sino que además, son ideales para dar ese toque diferente que estamos buscando.
Las estanterías no sólo pueden hacerse con la tradicional tabla de madera que compramos en las tiendas, existen muchas otras opciones decorativas, muy sencillas de hacer que podemos tener en cuenta.
Estante rústico con piedras y tablas
¿Has encontrado unas piedras de obra y no sabes qué hacer con ellas? Si te va la decoración rústica, no tienes más que buscar unos tablones y ya tienes estantería nueva y cool para el salón.
Por cualquier obra que pases, van a tener piedras de este tipo y no tendrán problema en darte 4 o 6. No necesitas más para montarte una estantería low cost pero que queda de lujo. Para los tablones, puedes reciclar los de algún mueble que ya no uses o de otra estantería antigua y pintarlos del color que estimes oportuno.
No sólo queda de maravilla, sino que aguantará de maravilla. Al final, cada elemento de piedra pesa en torno a 15 kilos, así que es bastante complicado que se caiga por el peso que le pongas encima. Incluso, si te ves con ánimos, puedes pintar los elementos de piedra con pintura especial.
Estante con cajas de cartón recicladas
De la forma más sencilla que se puede imaginar, con un puñado de cajas de cartón, podemos construir una estantería funcional y a juego con la decoración que tengamos.
En este caso, hablamos de las cajas en las que vienen los folios. Tamaño medio, resistencia media pero muy fáciles de manipular. Para llegar a tener la estantería, basta con pegar una encima de otra, aunque también se puede hacer en horizontal, si no lo preferimos tan alto.
Otra opción es, si vamos a pintarlo, en vez de pegarlo con cola, poner cinta de carrocero y, cuando tengamos el módulo, darle una mano de pintura especial o forrarlo previamente con papel a juego. Sea como sea, tendremos un estante con cajas de cartón recicladas que incluso podremos colgar de la pared.
Estante con una guitarra abierta
Si tienes una guitarra rota o ya no la usas o quieres un estante original y musical, esta idea te va a fascinar. Como ves en la foto, es tan simple como quitar la tapa de arriba de la caja de resonancia a la guitarra, dejando el resto, incluso el traste.
Para poder convertirla en estante, debemos colocar dos tablones de madera en su interior y así conseguir una estantería. Basta con tomar medidas y colocarlos con cola especial para madera. Deja secar el tiempo que marque el fabricante y ya tienes listo el interior.
A continuación, tienes que poner un par de alcayatas en la parte posterior, para poder colgarla. Obviamente, no podremos ponerle mucho peso pero el impacto que causa ver un a guitarra así en la pared, es increíble. Verás como mucha gente te copia la idea.
Estante de madera reciclada
Muchas veces ocurre que nos sobran tablones de madera o los encontramos pero no nos llegan para hacer una estantería completa. En tal caso, podemos echarle imaginación como mostramos en la foto de abajo.
No sólo se aprovecha un espacio que, de otra manera, estaría sin usar, sino que se le da un punto divertido y actual a la escalera. Obviamente, cada cual debe adaptar la madera que tenga a los espacios disponibles. Hablamos de un hueco bajo una ventana, un altillo inutilizado o una zona casi inaccesible en la terraza. Toca echarle imaginación y adaptarnos a lo que hay.
Estante con un palet de madera
Los palets son los elementos que más juego te van a dar a la hora de crear una estantería reciclada económica pero cool. En este caso, se opta por lo fácil y directo: colocar el palet directamente pegado a la pared.
Obviamente, si has cogido el palet de la calle, conviene higienizarlo, darle una capa de decapante y pintarlo del color que quieras. Será mucho más limpio y quedará mejor. Ahora, una vez lo hayas hecho, comprobarás que tienes un estante funcional y completo que puedes acoplar en cualquier sitio.
Desde una librería a una zona de cine con DVD. También tienes margen para ponerle una planta en la zona superior, una lámpara o incluso colgar cosas a los lados. Las posibilidades son infinitas y al ser finas, puedes colocarlas donde quieras.
Estante con un palet de madera pintado
¿Que quieres el estante para exteriores? Sin problema. También te vale con un palet y te lo vamos a demostrar. De hecho, debes seguir los pasos anteriores, solo que la pintura que le apliques al palet, además de pintar, debe proteger y ser aislante. Es un poco más cara pero te va a permitir que tu estante personalizado dure mucho más.
Una de las aplicaciones más habituales de estos estantes con palets es convertirlos en un jardín colgante. No obstante, también te valen para colgar herramientas, para poner una canasta o para lo que creas conveniente. Y todo por muy poco dinero.
Estante con una puerta
¿Un estante con una puerta? No sólo uno, te vamos a mostrar dos estantes que puedes hacer con una puerta vieja de madera. El primero de ellos, además, un estante esquinero para aprovechar el espacio al máximo.
Tan sencillo como cortar la puerta por la mitad y unir las dos partes formando un ángulo de 90º que entre en una esquina. Una vez pegados, le colocamos las baldas que estimemos oportuno y lo pintamos del color que queramos. Además, al tener altura, también podemos colgarle perchas para dejar toallas en ella. Sin duda, un estante con puerta es lo más funcional que vas a ver en años.
Otra opción, más alejada de las esquinas, es convertir la puerta en un estante-escalera maravillosa. En este caso, debemos quitar la zona central de la puerta y dejar solo el marco. Con la madera que hemos quitado, colocamos baldas en el hueco que queden como si fuera una escalera.
Con el resto de madera, haremos las baldas que, además, le darán la forma vertical que tiene la muestra de la foto. Una vez lo hayamos terminado, le aplicamos el color que queramos y la colocamos en la habitación que nos venga mejor. Dependiendo del tamaño de las baldas, podremos poner de todo. Ahora, sin gastar un euro, nos quitamos una puerta de encima y estrenamos estante. Ni tan mal.
Estante rústico con ramas recicladas
Si vivimos cerca de algún parque o tenemos la montaña a mano, podemos ir en busca de un par de ramas caídas que nos sirvan para nuestra causa. Cuando las tengamos, debemos lijarlas antes de ponerlas en la pared si vemos que tienen suciedad o si tenemos pensado pintarlas de algún color. De lo contrario, podemos dejarlas con su textura natural.
Para darles un aspecto más rústico, es conveniente darles alguna pintura al agua, como las acrílicas, o algún barniz, tanto mate como brillo. Entre sus utilidades, puede servirnos para colgar objetos o para sostener libros que no pesen demasiado.
Debemos colocar la rama ligeramente separada de la pared; esta debe tener cierto grosor para que se puedan poner cosas. Para sujetarlas utilizaremos un par de soportes y unas alcayatas para la pared, que encontraremos en cualquier ferretería. No olvides los tacos de plástico para las alcayatas, ya que así soportarán más peso.
Cajas de vino forradas
Si después de las fiestas navideñas te han sobrado unas cajas de vino y no sabes qué hacer con ellas, prueba a utilizarlas como estanterías. Estas cajas tienen muy poca profundidad, por lo que son perfectas para utilizarlas en cualquier pared de la casa, aligerando el espacio.
Dependiendo de nuestros gustos podemos dejarlas al natural o darles alguna pintura al agua; son muy fáciles de pintar. Para el interior podemos aplicarles algún papel pintado de nuestro agrado. Las sujetamos a la pared y ya podemos disfrutar de estanterías nuevas.
Cajones antiguos como estantes vintage
Si has decidido renovar algunos de los muebles de casa, prueba a darle una segunda oportunidad a los cajones de los mismos. Estos pueden servirte para guardar pequeños objetos a modo decorativo o para darle un poco de orden a las habitaciones recogiendo libros o cds de música.
Como en los ejemplos anteriores, podemos dejarlos tal cual o darles algún barniz o pintura de color para que parezcan una nueva adquisición. Los enganchamos a la pared y ya estarán listos.
Los cajones podemos ponerlos agrupados, uno al lado del otro, uno encima del otro ocon formas irregulares. También podemos colocar uno en cada habitación en función de para qué lo queramos utilizar. En la entrada nos puede servir para colgar las llaves en ganchos; en el comedor para guardar los libros; en el baño para colocar unas toallas, etc.
Estantes con cajones de fruta
Con las cajas de fruta no sólo podemos hacer estantes para las paredes sino también muebles. Inicialmente requieren de un poco más de trabajo ya que no suelen estar en muy buen estado y podemos encontrar astillas.
Utilizaremos un papel de lija de grano fino para alisarlas. Si queremos eliminar cualquier rastro de letras o marcas que pueda tener la caja, buscaremos una lija más gruesa. Aplicaremos una capa de barniz final si queremos dejarlas con el color de la madera.
Si las cajas vienen con grapas para sujetarlas, habrá que eliminarlas para evitar cualquier posible daño, y fijarlas con clavos que, además, son mucho más fáciles de disimular. Si también hay desperfectos, los arreglaremos aplicando masilla para madera con una espátula y lijaremos de nuevo cuando se seque.
Con el propio peso de las cajas suelen sujetarse unas con otras, así que no siempre será necesario fijarlas. Si preferimos un mueble, usaremos clavos o cola de carpintero para fijarlas. Para los “manitas” más avanzados, podemos colocarle ruedas en la parte inferior y una tabla de madera encima a modo de encimera.
Estantes a base de canastos de mimbre
El mimbre se utiliza desde la era de los egipcios por su robustez y su flexibilidad. Independientemente de la decoración de la casa, el mimbre combina muy bien y da un aspecto acogedor, además de darle un toque rústico o vintage.
Una opción es combinar una estantería normal de madera, cerrando algunas partes a base de cajas hechas de mimbre, o colocar directamente cestos de mimbre sobre algún estante para que los objetos queden más protegidos del polvo, al tiempo que damos un toque elegante.
El mimbre es un material que ofrece una gran variedad de tejidos: simple o doble con diferentes retorcidos, trenzado, de espiga, etc. Sólo tendremos que buscar aquel que más se corresponda con nuestro estilo y ponernos manos a la obra.
Estantes con trozos de madera de muebles
La última opción que os dejamos es muy libre y dependerá de lo que te encuentres por casa o por la calle. A veces algún vecino se deshace de algún mueble o nos cruzamos de camino a casa con lo que queda de alguno.
Dale rienda suelta a tu imaginación ya que, igual que funcionan los cajones, cualquier trozo de tabla o lateral de un mueble, por ejemplo, nos puede ser de utilidad si disponemos de las herramientas para transformarlos en unos bonitos estantes para nuestra casa.
Echa un vistazo a lo que te rodea y ponte manos a la obra. ¡Que fluya la creatividad!
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